Mantente en movimiento Trata de tener actividad física en tus rutinas diarias como caminar, usar las escaleras o hacer abdominales mientras ves la tele.
Consume un lunch inteligente Es una manera de “rellenar el tanque”, así no llegaras a la siguiente comida con mucha hambre lo que te ayuda a no comer impulsivamente. Un ejemplo son galletas con queso, fruta o una barra.
Ejercítate Hacer
ejercicio rutinariamente (por lo menos 30 minutos tres veces a la semana) te ayuda a tener más energía, tu corazón funciona mejor y te ves y te sientes ¡
Increíble!
El equilibrio es importante No tienes que dejar de comer helado, papas fritas o tacos de chicharrón, sólo tienes que saber que cantidad y que tan seguido lo comes. Tu cuerpo necesita hidratos de carbono, proteínas, lípidos, vitaminas y minerales. Sí eliges de todos los grupos de alimentos lo lograras.
Muévete con tu familia y tus amigos Tener actividad física siempre es más divertido acompañado, por lo que convence a tus amigos y planea actividades como una caminata o patinar en el parque. Será muy divertido.
Come más cereales integrales, frutas y verduras Estos alimentos te dan hidratos de carbono para la energía que necesitas y además te dan vitaminas, minerales y fibra y tienes la suerte de que son deliciosos.
Intégrate a diferentes actividades deportivas Cada vez más escuelas, universidades e inclusive empresas ofrecen poder hacer ejercicio integrándote a algún equipo, no te pierdas está oportunidad.
No hay alimentos buenos ni malos “Todo cabe en una dieta sabiéndolo acomodar” Sí tuviste una comida con mucha grasa, por ejemplo unos tacos fritos, en la cena toma una ensalada y por supuesto la clave es la moderación.
Convierte estos 9 consejos en algo divertido Ponte metas reales y ve haciendo los cambios necesarios poco a poco.
