Publicar mensajes de calidad y relevantes en Twitter no es tan importante como el número de seguidores, según un estudio de la UPM.
A través del análisis mediante un modelo computacional de miles de conversaciones en la popular red de microblogging, un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) consiguiórelacionar el tiempo dedicado a cada publicación y el incremento en la reputación de los tuiteros, publica El Espectador.
Los resultados confirman lo que muchos ya sospechaban, que en Twitter, como en otros ámbitos de la red, la clave del éxito de los tuiteros no estriba en la calidad de sus mensajes, sino en la cantidad de seguidores a los que dichos mensajes llegan.
Esto es debido, explican los investigadores, a que Twitter es, en realidad, una red heterogénea, con un grupo mayoritario de usuarios con muy pocos seguidores (61 de media) y un pequeño número de personas con hasta 40 y 50 millones de seguidores. Esta desigualdad provoca que la meritocracia pierda efectividad y que la calidad y número de mensajes deje de ser relevante frente al número de followers.
Así pues, los tuiteos de personalidades e instituciones con más seguidores siempre superan en impacto al de los "usuarios corrientes", por mucho que estos se esfuercen en mantener sus niveles de publicación en unos estándares de calidad y cantidad adecuados.
A través de este y otros estudios poco a poco se van conociendo un poco mejor las dinámicas que se generan en las diferentes redes sociales, una información clave para comprender la sociedad actual.
A través del análisis mediante un modelo computacional de miles de conversaciones en la popular red de microblogging, un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) consiguiórelacionar el tiempo dedicado a cada publicación y el incremento en la reputación de los tuiteros, publica El Espectador.
Los resultados confirman lo que muchos ya sospechaban, que en Twitter, como en otros ámbitos de la red, la clave del éxito de los tuiteros no estriba en la calidad de sus mensajes, sino en la cantidad de seguidores a los que dichos mensajes llegan.
Esto es debido, explican los investigadores, a que Twitter es, en realidad, una red heterogénea, con un grupo mayoritario de usuarios con muy pocos seguidores (61 de media) y un pequeño número de personas con hasta 40 y 50 millones de seguidores. Esta desigualdad provoca que la meritocracia pierda efectividad y que la calidad y número de mensajes deje de ser relevante frente al número de followers.
Así pues, los tuiteos de personalidades e instituciones con más seguidores siempre superan en impacto al de los "usuarios corrientes", por mucho que estos se esfuercen en mantener sus niveles de publicación en unos estándares de calidad y cantidad adecuados.
A través de este y otros estudios poco a poco se van conociendo un poco mejor las dinámicas que se generan en las diferentes redes sociales, una información clave para comprender la sociedad actual.